miércoles, 1 de febrero de 2012

Son sueños

Anoche soñé que amanecía él a mi lado. Que lo abrazaba fuerte y sentía su calidez. Que su piel morena se veía iluminada por los primeros rayos del Sol. Y lo bese. ¿Cuantos años había esperado aquel momento? Sus labios estabas salados, pero me sabían muuuy dulces. La almohada estaba empapada de risas, miradas, caricias... Se giro, abrió sus ojos. Mis pupilas se dilataron al ver sus bonitos ojos marrones. Me besó. Y me besó. Y me besó más. Y más. Y más. Me dijo "te quiero". Me lo susurro al oído.
Desperté y él no estaba allí, sin embargo la almohada estaba empapada. Eran lágrimas.
Era yo quién había llorado al ver que él no estaba allí, que nunca estaría, y que no recuerda que yo estoy aquí esperándole. Aun que nunca vaya a venir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario